viernes, 5 de septiembre de 2014

El poeta

Nunca había conocido a nadie como él. Con sueños imposibles escondidos en cada recodo de su mente, con sus sinuosas palabras de tinta y lágrimas susurradas sobre el papel. Él era único a su manera.

Cada poema, cada verso, cada palabra suya cargada de sentimiento, despertaba huracanes de emociones en mi interior.

Una vez a la semana, revisaba mi buzón en busca de nuevos poemas suyos y aguardaba impaciente el momento en que llegara el siguiente para volverme a enamorar de su intrincado mundo.

Pero un día se fue. Así, sin más, con sus poemas, sus versos y sus palabras cargadas de sentimiento. No puedo deciros lo qué le llevó a marcharse. Tal vez alguno de sus sueños: perseguir las estrellas, volar hacia las nubes... o tal vez no. Solo puedo deciros cuáles fueron sus últimas palabras hacia mí, aquellas que guardo con recelo en un hueco de mi corazón:

"Mi poema siempre serás tú"


-Esther